Incorporar medidas sostenibles parece tener repercusión, no solo en la imagen, sino también en la cuenta de resultados. Hay estudios que estiman en un 17% las empresas que consideran que su balance se ha visto beneficiado por este tipo de acciones “verdes”, mientras que un 22% creen que registrarán este impacto en los próximos cinco años. Así, hemos visto las palabras “sostenible”, “verde”, “medio ambiente”, repetirse una y otra vez en planes de trabajo, objetivos estratégicos y metas, tanto a medio como largo plazo. Pero, ¿es suficiente incluirlo en estos planteamientos si no se refleja en un resultado real? Según un estudio realizado por The Harris Poll para Google Cloud, un 97% de los ejecutivos españoles planea implementar una estrategia de sostenibilidad o ya la tiene en marcha. Sin embargo, el 58% de los directivos encuestados a nivel mundial considera que su organización “exagera” estos esfuerzos .
En este sentido, los expertos de Grand, estudio de diseño estratégico con más de quince años de experiencia en service design, han recopilado algunos de los signos que revelan cuándo una estrategia de sostenibilidad hace aguas: