Como en una distopía de mediados del siglo XX, según Ikea, el diseño de nuestras casas en 2030 estará condicionado por aspectos como el cambio climático, la fragmentación social, las desigualdades y las epidemias. En este escenario, la marca sueca analiza las tendencias que vienen produciéndose en la última década en cuanto a afrontar la privacidad individual, la convivencia en sociedad, la continuada movilidad, la autosuficiencia o la capacidad de controlar los fenómenos naturales extremos.