Hay veces que dos objetivos de responsabilidad social chocan entre sí pudiendo llevar a una marca a una situación complicada. Tal es el caso de la estrategia de Primark en el Reino Unido de hacer unisex todos sus probadores. Si bien la integración de todas las formas de identidad de géneros y su respeto por parte de las marcas es algo necesario para una sociedad más digna y libre para las futuras generaciones, también es cierto que la seguridad sexual sigue siendo un tema prioritario cuando la marca se relaciona de alguna manera con los espacios de intimidad de las mujeres. ¿Es necesario elegir? No creo, seamos más creativos y tener una política de stakeholder engagement más profesionalizada.