Aprender jugando. Al igual que un puzle de educación infantil, un videojuego de simulación de vida de Nintendo puede, gracias a Repsol, introducir factores de sostenibilidad para conseguir progresar en el universo de Animal Crossing. Está muy bien utilizar los videojuegos para informar sobre las posibilidades de las energías limpias y renovables, la economía circular y el compromiso con el medio ambiente para construir un mundo mejor. Y, además, va en la línea estratégica de sostenibilidad del negocio de la compañía, que se ha comprometido a que las energías renovables y de bajas emisiones de carbono supongan hasta el 35% en los próximos años.