Los caramelos Rowntree Randoms quieren hacer del mundo un lugar más random (arbitrario/aleatorio). Para ello, ha contratado a Beardyman, un hombre que es capaz de imitar casi cualquier sonido con su boca, y lo ha ‘colocado’ en un centro comercial, donde se ha paseado comiendo los caramelos y emitiendo diversos sonidos. Todo ha sido captado con una cámara que recogía las reacciones de las personas.
La campaña, según la revista Marketing, ha contado con una inversión de seis millones de libras e incluye televisión (JWT), web, outdoor y Relaciones Públicas (Frank PR). La película de Beardyman ha sido realizada por greenroom@momentum.
Fuente: quietglover.com