Artículos de: Mar Sánchez
Los consumidores piden a las marcas que les ofrezcan productos más saludables, pero también que sean fáciles de adquirir y que sepan bien, según refleja un reciente estudio de Kantar.
RECIBE NUESTRA NEWSLETTER

Los consumidores piden a las marcas que les ofrezcan productos más saludables, pero también que sean fáciles de adquirir y que sepan bien, según refleja un reciente estudio de Kantar.
Bienvenidos a "La semana en dos minutos", el audioresumen de la revista Ctrl Publicidad.
Suben las temperaturas y sobre todo las de la fiebre de la inteligencia artificial generativa, que es ya casi la nueva pandemia. Uno de los frentes más activos es el de la protección de la propiedad intelectual. Ahí tenemos a Disney y Universal, dos gigantes del mundo del entretenimiento, que han denunciado a Midjourney al que acusan de ser, y cito literalmente, “un pozo sin fondo de plagio y piratería”. Atención a lo que responde David Holz, CEO de Midjourney, cuando le acusan de plagio: “un artista puede salir a la calle, fijarse en la cara de alguien y luego inspirarse en ella para reproducirla en su obra, ¿no?”, pues eso es lo que, según él, haría la inteligencia artificial, que se entrena viendo las obras de otros para hacer sus propias creaciones. Para los dueños de la IP, que han invertido mucho tiempo, dinero y talento en crear sus bibliotecas, esto es una falacia antológica: “la piratería no es menos piratería si la hace una inteligencia artificial”, dicen.
Veremos en qué queda esto, también en el siglo XIX parecía una quimera proteger las obras de los artistas, y había gente forrándose vendiendo partituras y adaptaciones piratas de Giuseppe Verdi, o traduciendo obras de escritores rusos que ni se enteraban de que iban a publicar en el extranjero, pero al final se consiguió.
Tendremos que acostumbrarnos a noticias como esta: el gobierno de Dinamarca acaba de aprobar una ley para conceder a cada ciudadano el copyright de su propio rostro, cuerpo y voz, para que si alguien te hace un deepfake puedas acusarle de robo de IP y pedir una compensación. Dinamarca pretende llevar la iniciativa a la Unión Europea ahora que están a punto de asumir la presidencia.
Y hablando de medidas legales, nos ha llamado la atención la sentencia de un juez argentino que ha condenado a varios influencers (una con más de 18 millones de seguidores) a grabar y difundir un vídeo sobre los peligros de las apuestas ilegales. O sea, que se les condena a limpiar lo que ensuciaron, porque estos influencers habían promocionado ese tipo de apuestas en sus canales. A ver si algún juez español se anima a usar el poder de los influencers para arreglar los desaguisados que crean, que casos no faltan por aquí.
Terminamos comentando lo que ha pasado esta semana con Grok, la IA de Elon Musk a la que, cito de nuevo textualmente, “se le quitaron todos los filtros woke”. El resultado fue que Grok se ha revelado como un nazi convencido, admirador del pintor paisajista del bigotito, que según dice esta IA, tomó decisiones eficaces para frenar el odio a los blancos, como por ejemplo el Holocausto. Y eso que le estaban preguntando sobre cómo actuar en las inundaciones de Texas. Pero tranquilos, en X ya han dicho que van a llevar a este robot al taller, que por lo visto había que apretar algunos tornillos.
La semana que viene, más noticias.
Utilizamos cookies propias y de terceros con fines técnicos, de personalización, analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias mediante el análisis anónimo de los hábitos de navegación. Clica AQUÍ para más información sobre la Política de Cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar" o configurarlas o rechazar su uso pulsando el botón "Configurar".