Esta es una sociedad de cambios. Hoy más que nunca. Pero seguimos arrastrando viejas actitudes de desigualdad de género, más propias del siglo XIX o XX que del siglo XXI. Pero no perdamos la esperanza: los cambios están llegando, aunque poco a poco. En el sector automovilístico estos cambios también se toman su tiempo en llegar. Hace décadas que la mujer ha visto relegado su merecido papel de conductora a un segundo plano: es la copiloto, la acompañante o la experta en elegir la tapicería del coche. Sin más. Si la mujer era incapaz de apreciar la potencia, la tecnología o las prestaciones de un deportivo de 500 CV, ¿cómo iba a protagonizar una campaña de publicidad de coches? "Por supuesto que no", se pensaba. Así que las dejamos que se paseen por los salones del automóvil o por los 'paddocks' de la Fórmula 1, unas prácticas que, afortunadamente, se están eliminando.
Hemos tardado, pero la mujer ya empieza a ser protagonista en este escenario publicitario. Y gracias, mayoritariamente, a que las marcas están rompiendo el 'statu quo' cuando han reconocido que las tendencias mandan. Movimientos como el #Metoo están abriendo nuevas opciones y oportunidades de igualdad y empezando a plantar cara a comportamientos más reaccionarios. Y las marcas no están dispuestas a perderse este momento. Por eso están envalentonándose, asociándose a mensajes de igualdad y adaptando su comunicación a criterios sociales más actuales; han empezado a apoyar el empoderamiento de la mujer y a reconocer su importancia en la sociedad. Ha tenido que llover mucho, pero ha llegado el momento, también fruto de la valentía de las marcas y de su compromiso en querer cambiar las cosas. ¿Seguimos?
Por Carles Alcon, Director creativo en Proximity Barcelona