La campaña del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) lanzada en el último trimestre del año 2022, se gestó en un momento coyuntural muy complejo que atravesaban los mercados energéticos y pretendía fomentar la reducción del consumo de energía en los usos energéticos en que ésta se consume más, dando prioridad a consejos/mensajes que indujeran a un cambio de comportamiento en el hogar, en el trabajo y en el transporte. Además, buscaba fomentar el autoconsumo y la incorporación de energías renovables.
Las premisas indicadas por el cliente eran acelerar la transición energética para fortalecer la autonomía estratégica del país, la reducción del consumo de energía en los hogares y la movilidad sostenible priorizando los mensajes que impulsaran un cambio de comportamiento en la población.
Nuestro primer paso fue conectar con la idea creativa. Una idea que daba respuesta al desafío planteado por IDAE y que buscó la conexión con el ciudadano a través de un tono positivo y en clave de humor. Así, los diferentes personajes, seleccionados de forma específi ca para que cualquiera se pudiera sentir identificado con alguno de ellos, ayudaron con sus “defectos” a que la población tomara conciencia sobre la necesidad de ahorrar energía, animando a incorporar medidas de eficiencia energética en todos los ámbitos y rutinas de su día a día.
El siguiente paso fue diseñar una estrategia de medios que potenciara esa idea creativa, para ello se planteó una estrategia de Branding con el fin de alcanzar el mayor nivel de cobertura y el de notoriedad.
El planteamiento estratégico se basó en dos ejes:
La campaña, con un presupuesto de inversión de medios de casi 7M€, se activó a través de un mix de medios multimedia basado en televisión, medios gráfi cos, radio, exterior, cine y un amplio abanico de disciplinas digitales. Los resultados fueron espectaculares. Se alcanzó al 98,2% de la población española, se optimizó la inversión en digital con más de 44M de impresiones por encima de objetivos y lo que es más importante, la campaña contribuyó a la reducción de la demanda eléctrica y de gas nacional por encima de los objetivos exigidos por la UE. Superándolos en 5 y 8 puntos porcentuales respectivamente.