La marca que creó la imagen que hoy tenemos de Papá Noel se atreve a mostrar a tan querido personaje como un extranjero que, entre otros, comete el delito de allanamiento de morada en plena noche. ¿Acaso no deberíamos temer a un hombre así? Tiene un aspecto extraño, procede de un lugar lejano, carece de identificación alguna, viaja en un vehículo sin permiso de circulación y deja paquetes extraños en nuestros hogares. Y, para colmo, roba los datos personales de cada uno de nosotros.
Coca Cola nos sorprende esta Navidad con esta reflexión de tintes políticos que apela directamente a la inmigración, la tolerancia y la inclusión. Desarrollado por la agencia Santo y dirigido por Pucho Mentasti, este anuncio supone un soplo de aire fresco entre tanto sentimentalismo navideño y lanza un mensaje más que necesario en estos tiempos.