Experimento de Heineken para denunciar el sexismo en el fútbol

Los ex futbolistas y comentaristas deportivos Jill Scott y Gary Neville fueron los protagonistas de un experimento social puesto en marcha por Heineken bajo el título "The Social Swap", con el fin de abordar el sesgo de género cuando se trata de que las mujeres compartan sus opiniones sobre el fútbol en las redes sociales.

"The Social Swap", co-creado por las agencias LePub y Edelman, invitó a Jill y a Gary a intercambiar secretamente sus cuentas en redes sociales durante cinco días para compartir sus opiniones sobre los partidos. Así, Jill publicaba desde la cuenta de Gary, y Gary usaba la cuenta de Jill. ¿El resultado? La supuesta cuenta de Jill recibió 5 veces más respuestas sexistas en comparación con la de Gary cuando compartían puntos de vista y comentarios similares. 

Además de utilizar "The Social Swap" para destacar el problema del sesgo de género en las conversaciones sobre fútbol online, Heineken está dando inicio a la nueva temporada de fútbol liberando el poder de la inteligencia artificial para ayudar a los fans a denunciar la toxicidad sexista en internet y garantizar que todos puedan compartir sus opiniones libremente sin temor a abusos. Así, gracias a la nueva asociación de Heineken con Arwen AI, un número limitado de seguidores del fútbol obtendrá acceso gratuito a su herramienta de moderación online que permite a los usuarios filtrar la negatividad de sus feeds de redes sociales ocultando comentarios no deseados u ofensivos y el spam.

Jill Scott MBE comenta: "Es posible que algunas personas se hayan sentido avergonzadas por este experimento, pero espero que les haya recordado a todos la necesidad de erradicar el sesgo de género del juego de una vez por todas. Cualquiera puede ser fan del deporte, independientemente de su género, y es hora de recordarlo". A lo que Gary Neville añade: "Los debates acalorados y las rivalidades son lo que hace que el fútbol sea tan emocionante. Pero cuando la negatividad está vinculada al género, esto va demasiado lejos, especialmente desde detrás de una pantalla. Al ponerme en los zapatos de Jill y ver la reacción, he visto de primera mano el lado más feo de este deporte que amo y quiero dejar claro que el fútbol es para todos. En el campo y en internet debemos tratarnos con respeto sin importar nuestro género, raza, sexualidad o el color de la camiseta que llevemos".