Entornos cambiantes, empresas adaptables, personas flexibles

La omnicanalidad no es sólo una palabra que agrupa conceptos, es una nueva era en lo que entendemos como consumer journey. Mientras hace unos años este viaje se entendía como un proceso lineal donde acompañábamos al consumidor desde una fase de conocimiento hasta la compra, hoy en día este proceso no se desarrolla de la misma manera. Ya no podemos enfocarnos a un solo tipo de consumidor y, sobre todo, tampoco podemos pensar que existe una única manera de adquirir los productos de una marca.

Todo este contexto cambiante en el que estamos inmersos hace más necesario que nunca que las empresas se adapten, sean ágiles ante el cambio y que no impongan sus estructuras ensiladas al servicio que prestan. Deben tener la amplitud de miras necesaria para crear o transformar departamentos, escuchar las tendencias e incluso anticiparse a ellas para implementar relaciones de valor con multitud de partners a la hora de realizar sus estrategias de comunicación.

Actualmente, las empresas deben ser flexibles al asumir roles diferentes para cada proyecto. En algunos casos funciona mejor que un solo partner agrupe todos los servicios, por lo que la agencia deberá ser lo suficientemente abierta como para configurar equipos multidisciplinares que trabajen de forma absolutamente integrada y orquestada. En otros casos, la diversidad colaboradores puede ser necesaria para cubrir los retos de negocio. Y ahí es donde las agencias también deben ser adaptables y saber parcelar sus servicios para poder sumar al bien común.

Me gustaría incidir en el concepto de la “flexibilidad” ya que es una virtud de liderazgo que me parece clave para afrontar los retos del contexto actual. Debemos ser capaces de ser lo suficientemente flexibles como para que, aunque tengamos un rol muy determinado en nuestra organización y seamos expertos en un área, podamos aportar si la situación lo requiere. Tenemos que ser capaces de conjugar el equilibrio entre tener claros los roles y las responsabilidades, con las zonas grises que exigen el contexto actual y permiten tener equipos integrados trabajando conjuntamente apoyándose unos a otros.

Por todo ello, en UM e IPG Mediabrands nuestro compromiso ha sido siempre el de fortalecer a nuestros clientes basando cada uno de nuestros movimientos en la agilidad, el dinamismo y la implementación de motores de aceleración al servicio del hoy y del mañana. Siempre teniendo en cuenta a las personas como eje central de cualquier proyecto, convirtiéndoles en líderes de sus propios equipos y asegurando el éxito, la evolución y el crecimiento de nuestros colaboradores.

Y hablo de líderes que no necesariamente ocupan el rango más alto de una organización, sino que tienen las capacidades y flexibilidad que exige el momento actual. Líderes que aprenden cada día de sus equipos independientemente de su experiencia, que son solidarios y que no eluden sus responsabilidades, que son capaces de encabezar estructuras verdaderamente colaborativas donde cuenten la confianza y el empoderamiento de las personas.

Con pasión por lo que hacemos y optimismo por ser mejores tendremos la gasolina perfecta que mueva nuestros equipos y nuestras compañías. El mundo, en constante transformación, nos ofrece multitud de oportunidades para que, mientras cambiamos, saquemos la mejor versión de nosotros mismos.