La calidad es hoy más importante que nunca

El otro día me paré a pensar sobre los Native Ads. Ese pequeño formato en los medios digitales que aparenta ser una noticia pero que en realidad no lo es. Puede que sea una noticia, pero será una noticia patrocinada por alguna marca interesada en que veas ese contenido. Y en que termines interesándote por algo y comprándolo. Publicidad, en definitiva. El tema es que yo ahora trabajo en publicidad aunque en realidad lo que estudié fue periodismo. Y parte de mi trabajo es hacer esos anuncios disfrazados de noticia. Más allá del posible debate moral o de cómo me siento teniendo que hacer esto, lo que quería destacar es cómo cada vez la publicidad y el periodismo están más cerca. Son cosas distintas, por supuesto, pero las dos consisten en generar contenido para que determinadas audiencias las consuman. Una contenido ficticio y otra contenido real. La publicidad el ficticio y el periodismo el real ¿O no? Porque no son sólo los Native Ads, también gran parte del contenido publicitario está basado o cuenta historias reales hoy en día, para hacerlas más creíbles y cercanas. Y por otro lado, las historias inventadas se acercan a los formatos periodísticos con fenómenos como la rumorología o las noticias fake news. Todos sabemos que el periodismo vive de la publicidad y que la publicidad también necesita del periodismo en muchos aspectos. Pero esa cercanía cada vez es mayor por otra razón: por la necesidad insaciable de la gente por devorar contenidos, sean reales o ficticios. Y este es el punto que quiero destacar, lo que me llama la atención, sin entrar en el debate de qué es o debería ser cada oficio. Tenemos acceso a tal cantidad de contenidos que la calidad tiene más importancia que nunca. Cuando sólo había TVE todos veíamos TVE. Seas periodista o publicista, o guionista, hagas contenido real o contenido ficticio, gratis o de pago, solo te digo una cosa: calidad, que sea muy pero que muy bueno. Es algo obvio, pero ahora es más importante que nunca.