"Dos claves: inteligencia emocional y autenticidad", nos contesta Álvaro Anguita, National Head of Digital de Initiative Australia. "La pandemia ha tenido un impacto devastador en la salud mental de millones de personas, generando altos niveles de estrés, miedo y ansiedad. De hecho, según The Negative Experience Index, nunca antes habíamos estado tan infelices. Ante un panorama tan complejo y retador, a las marcas les tenemos que pedir dos cosas. En primer lugar, que utilicen su comunicación y su influencia para ayudar a construir mensajes de optimismo. El anuncio de Bankinter durante el confinamiento no triunfó por ser el más creativo ni por tener la mejor producción, sino por mostrar empatía y esperanza a una sociedad que estaba sumida en la incertidumbre. En segundo lugar, de puertas adentro, que realmente miren por el bienestar emocional y mental de sus trabajadores. Muchas veces los que más sufren están solo a unos pasos de nuestro escritorio".
Por su parte, Clara Benayas, directora de estrategia y cultura de La Despensa, comenta: "Según WGSN, las principales emociones que manejan los consumidores en 2023 son, en su mayoría, negativas. Estrés, ansiedad, saturación, ‘burn out’… La realidad es que este panorama podría parecer desolador para las marcas pero, desde mi punto de vista, es un contexto propicio a la oportunidad. Partir de las tensiones negativas de los consumidores siempre es un buen caldo de cultivo para las ideas y la creatividad. Además de esto, considero que son la excusa perfecta para recuperar algo que, desde hace años hemos perdido y conviene recuperar y reivindicar: el humor como arma poderosa para transformar el “dolor”. España es un país con fuerte carácter humorístico, donde las penas no se lloran, las penas se ríen. Quizás podemos transformar este contexto negativo y convertirlo en alegría, diversión… Y si, al menos, eso no funciona, siempre nos habremos echado una risas".