De Altamira a Metartgenx

Más de diez mil años después de que uno o varios artistas del paleolítico medio eligieran las paredes de la cueva de Altamira como superficie donde exponer sus creaciones un grupo de homo sapiens con inquietudes probablemente no muy diferentes han decidido que sus obras se vean en un espacio nuevo y algo más cómodo llamado Metaverso. En medio queda una larga historia de templos, museos, palacios y galerías en las que el arte ha encontrado su refugio y lugar de culto hasta llegar hoy a este mundo virtual donde el artista y el espectador pueden encontrarse y conversar con solo ponerse unas gafas 3d. No es ciencia ficción. Aunque pueda parecer que disponer de este dispositivo tecnológico es un requisito inaccesible para la mayoría, una barrera que solo superan los más privilegiados, casi todos los pronósticos de los expertos dicen que estas gafas serán pronto un objeto de uso tan cotidiano como lo es ahora el teléfono móvil inteligente o el ordenador portátil.

Poco podemos saber sobre las intenciones de aquellos primitivos pintores de Altamira. Solo quedan sus misteriosos bisontes para que cada espectador imagine su propia historia. En cambio, los creadores de esta galería virtual llamada Metartgenx son contemporáneos y comparten con nosotros las nuevas tecnologías. Esto hace posible la comunicación entre el creador y su público en unas condiciones hasta ahora desconocidas en la historia del arte.

Todo el mundo está invitado a pasear por las galerías multiusuario de Metartgenx. Con un poco de suerte, durante esta peripecia virtual podrán encontrarse allí con el artista y comentarle lo que quieran o incluso comprarle un cuadro o cualquier otra pieza 2D y 3D que hayan encontrado en su viaje. Muchos de ellos ofrecen a la venta piezas de merchandising relacionadas con los mundos de fantasía que han creado en los laberintos de esta realidad paralela. Las posibilidades son ilimitadas y aún están por explorar.

En la presentación que tuvo lugar recientemente en la sala de eventos de la tienda Generación X en Madrid participaron cuatro de los artistas impulsores de esta iniciativa (en la foto superior): Mauro Entriaglo, Montxo Algora, Miguel Ángel Martín y Servando Carballar (Aviador Dro), todos ellos veteranos de la vanguardia artística madrileña, y algunos vinculados a los años más míticos de la Movida. El término Metaverso proviene de la novela de ciencia ficción “Snow Crash” escrita por Neil Stephenson y publicada en 1992. Con el tiempo, se ha generalizado su uso y hoy en día se utiliza para describir espacios de comunidad y trabajo tridimensional en entornos virtuales. El Metaverso de cómic se refiere a un mundo virtual en el que podemos interactuar. Ha sido creado para representar unas zonas de encuentro entre artistas y aficionados en las que se refleje el universo imaginado por los creadores. Los metaversos son mundos virtuales compartidos por muchos usuarios concurrentes simultáneamente. Están basados en tecnologías de realidad virtual en redes, donde los usuarios son representados por personajes animados llamados avatares. Cada usuario controla su avatar mediante dispositivos de comandos sencillos semejantes a los joysitck de las consolas de los videojuegos.

Los metaversos tienen ya una larga tradición y rendimiento como espacios virtuales en los que se puede crear una comunidad de intereses culturales y artísticos con la posibilidad de incluir ofertas comerciales. En este sentido, Aviador Dro ha lanzado una tienda de merchandising y discos propios dentro del metaverso de Generación X. Es la enésima mutación de este grupo icónico nacido en la movida madrileña de los años ochenta, pionero del pop electrónico en España. El líder de esta banda, Servando Carballar, explicó en la presentación de Metartgenx su nueva propuesta artística, denominada “dejad que las IAs se acerquen a mí”, una reformulación del grupo partiendo del universo icónico reflejado a lo largo de los años en los panfletos que entrega al público en los conciertos, y en un conjunto de artefactos y discos conceptuales que incluyen libros, animaciones y juegos de mesa como Mecanismoburgo, La voz de la ciencia, Mundo mutante, La era postapocalíptica de Nuclear y, por supuesto, la Ciudad en movimiento y la Chica de plexiglás. Toda la filosofía postfuturista de esta obra multidisciplinar se resume en la canción “Confía en tus máquinas”, en la que la banda expresa su grado de confianza total en las máquinas para “encontrar todas las respuestas”.

Un paseo por Metartgenx

El primer aterrizaje sobre el planeta Metartgenx se produce en una de sus dos estancias principales, que actúan a modo de vestíbulo. Son el Hall de Acceso y el Atrio, donde se recrea un lugar fantástico inspirado en la cultura oriental antigua. Allí el usuario busca, y encuentra con facilidad, las puertas de entrada a cada uno de los cuatro espacios creados por los artistas pioneros de este proyecto.

El de Miguel Ángel Martín reproduce un apartamento loft icónico de las ciudades que este artista dibuja en sus obras. Martín es un dibujante transgresor y visionario cuyo trabajo está influido por la tecnología y la música electrónica de vanguardia. “La experiencia inmersiva en la recreación virtual de un habitáculo y paisaje característicos de mis cómics es impactante… ¡incluso a mí me gusta!”, comenta sobre su espacio en Metartgenx. Por su parte, el dibujante Mauro Entriaglo se emplaza en un bar con una sinfonola retro cuyo menú incluye temas seleccionados por el artista, incluidos tres de su propio grupo de rock Esteban Light y uno grabado en solitario como parte de su proyecto Tyrexitone. El bar está edificado en una base planetaria Kitsch de colores pastel denominada Metabase Entrialgo. El espacio virtual alberga tres zonas de reunión, exposición y venta. “La Metabase Entrialgo es una estación de descanso en un planeta remoto dentro del universo Metartgenx”, comenta Entrialgo, “Se trata de una edificación modular habilitada con soporte vital para humanos que dispone de un bar, una galería de arte, una librería y una tienda de regalos. El visitante ocasional apreciará el servicio gratuito del espacio puerto para naves y platillos volantes”.

Los otros dos subespacios de este laberinto en constante crecimiento están estrechamente relacionados con la movida madrileña musical de los años 80. Por una parte, el diseñador Montxo Algora se inspira en su famosa portada del disco de La Mode “El eterno femenino” para recrear una galería de arte de aquella recordada década. Por momentos, el visitante parece haber entrado en la versión ciberespacial del bar La Vía Lactea del barrio de Malasaña, uno de los puntos de encuentro de aquella vanguardia, en cuyas paredes hubo siempre dibujos de Algora.

Este diseñador también colaboró con Aviador Dro en varias ocasiones. Entre otros trabajos, Algora es el autor de la portada del disco “Selector de frecuencias”, uno de los himnos musicales de la variante más tecno de La Movida, con una fama comparable al “Chica de ayer” de Nacha Pop o al “Divina” de Radio Futura. La formación actual de Aviador Dro es creadora del cuarto espacio que se puede visitar en esta primera fase de Metartgenx. Se trata de la llamada Explanada de la plaza Asimov de la ciudad futurista de Mecanisburgo, inspirada claramente en el constructivismo ruso, muy presente en el universo recreado tantas veces por el aviador y sus obreros especializados. Metartgenx también está disponible para la celebración de ruedas de prensa, presentaciones, inauguraciones y otros eventos de marketing.

Como parte de los actos de inauguración de la exposición “Mundo Expandido. Entre los físico y lo virtual”, dedicada a la exploración de los mundos simulados desde una perspectiva artística, ética y filosófica, la Fundación Telefónica organizó recientemente en este entorno un coloquio entre Miguel Ángel Martín, Mauro Entrialgo, Montxo Algora y la compositora Marta Cervera.