La Sirena destinará un porcentaje de las ventas de un pack de uno de sus productos a la investigación del Alzheimer. Un buen gesto, sin duda, ante una las enfermedades más destructivas y con mayor capacidad de crecimiento en una sociedad que cada año debe atender más personas mayores y, por tanto, asumir un mayor crecimiento de esta dolencia que necesita de recursos económicos crecientes.
Pero la promoción de un producto ligándolo a una causa benéfica no cambia nada. El compromiso de los modelos de negocio con una sociedad menos desigual y con más oportunidades para los desfavorecidos debe tener en cuenta su capacidad de impacto, y una promoción de la venta de un producto no compromete ningún modelo de negocio. Seguro que se puede pensar más. Y mejor.