Bélgica, uno de los países europeos más afectados por la crisis de la Covid-19, está terminando la desescalada del largo confinamiento impuesto por el gobierno para frenar los contagios. Así, los ciudadanos belgas ya pueden reunirse en grupos de diez personas como máximo y darse mutuamente los abrazos que no se han dado durante semanas.
Canon ha querido inmortalizar estos reencuentros entre seres queridos con una emocionante campaña gráfica, a cargo de la agencia FCB, que muestra abrazos entre amantes, amigos y hermanos, padres e hijos, abuelos y nietos. Las imágenes son obra del fotógrafo belga y embajador de Canon, Lieve Blancquaert.