El pasado 20 de abril fue una fecha importante para la industria del chicle y así lo muestra la empresa valenciana Chic-Kles Gum con “Se masca la alegría”, una iniciativa, desarrollada de la mano de la agencia After, que invita a volver a disfrutar de mascar chicle el mismo día en que el uso de las mascarillas, elemento que había frenado su consumo, deja de ser obligatorio en interiores.
La pandemia de la Covid-19 ha afectado con fuerza a la industria del chicle en España. Y es que los confinamientos, las restricciones en la hostelería, las limitaciones a la movilidad y la vida social, e incluso, el teletrabajo y las clases online redujeron la frecuencia y los momentos en los que el consumidor disfrutaba más de mascar chicle.
La buena evolución de los últimos meses ha permitido ir recuperando nuestros hábitos y el consumo de chicles, pero el uso ininterrumpido de las mascarillas suponía todavía un impedimento para la vuelta a la normalidad. Y especialmente con uno de los sabores más demandados, la menta, con el que llegaban a llorar los ojos al masticarlo con mascarilla.