Medio especializado en marketing, publicidad y comunicación
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En el último año el 40% de los españoles han tenido síntomas de depresión y otro 30% problemas de ansiedad. A pesar de esto, el 60% de los españoles nunca se ha planteado ir al psicólogo. Expresar nuestros sentimientos no está bien visto y las redes sociales, el espacio en el que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, nos llevan a ocultar la realidad y a exponer una vida idílica que muestra solo la parte buena. Para dar la vuelta a esto, Therapychat abrió un espacio con el nombre de ese sitio al que a todos nos han mandado alguna vez: La Llorería, un lugar donde estar mal también está bien.
Con motivo del Mes de la Salud Mental, la agencia La Despensa creó este espacio de marca para Therapychat -que abrió a todo el público de forma gratuita durante los días 15, 16 y 17 de octubre en Madrid- para visibilizar la importancia de la salud mental y acabar con el estigma de ir al psicólogo. Un espacio lleno de rincones instagrameables e interactivos que reflexionaban sobre los principales problemas de salud mental e invitaban a la gente a inundar las redes sociales con un contenido hasta ahora ocultado.
Además, al final del recorrido, la gente pudo obtener una invitación para disfrutar de 60 minutos de terapia psicológica online totalmente gratis, para reforzar uno de los principales propósitos de la marca: hacer más accesible, fácil y cómoda la ayuda psicológica a todo el mundo.
El espacio incluyó un rincón reservado para exponer las ilustraciones ganadoras y con mención especial que participaron en un concurso previo al evento, en colaboración con Cultura Inquieta en Instagram, cuya temática fue “estar mal también está bien”. Más de 2.500 personas participaron mostrando su visión particular del concepto detrás de La Llorería.
Para dar a conocer este espacio, además de comunicación en los propios medios de Therapychat, la campaña se apoyó en influencers y líderes de opinión que a través de su historia personal, animaron a visitar La Llorería, pero sobre todo a normalizar que estar mal está bien y que no pasa nada por pedir ayuda.
