Con el fin de demostrar el descontento de muchos británicos con la política del actual gobierno estadounidense, el globo tiene la forma de un Trump bebé en pañales, con pelo en el pecho y su típico gesto de niño malcriado y berrinchudo. “Donald Trump es un bebé grande y enfadado, con un ego muy frágil y unas manos diminutas”, explica Leo Murray, activista político y creador de la iniciativa. “Y si hay algo que odia es que la gente se burle de él”.
Si bien el globo ya está fabricado, lo cierto es que sus impulsores aún no han conseguido el permiso para hacerlo volar sobre el centro de Londres durante la visita del presidente estadounidense programada para el próximo 13 de julio. De todos modos, ya han dicho que tienen un “Plan B” para salir airosos y hacer oír su voz.