La globalización de los medios

En un mundo publicitario cada vez más globalizado, las empresas se enfrentan actualmente a dos grandes desafíos: por un lado, competir por la atención de los consumidores, quienes, cada vez más saturados de impactos publicitarios, buscan ser sorprendidos; y, por otro lado, mantener una homogeneidad de marca a nivel internacional. Y todo esto sin perder el enfoque local de los contenidos y mensajes, que deben ser siempre adaptados a los distintos mercados, targets, hábitos de consumo, barreras idiomáticas y culturales, y, por supuesto, a las regulaciones y leyes de cada territorio.

Las compañías trasladan estos dos grandes retos a sus agencias, buscando facilitar la gestión de las campañas internacionales a través de un único interlocutor y equipo que pueda dar soluciones rápidas y eficaces. De esta manera, el doble reto de las empresas pasa a formar parte del reto de las propias agencias, quienes, a menudo, cuentan con núcleos de negocio y equipos locales.

Todo esto, unido al constante cambio tecnológico actual, la rapidez con la que se mueven las audiencias y surgen nuevos canales de comunicación, y el alto volumen de impactos a los que los consumidores estamos sometidos, hace que adaptarse a un mundo cada vez más globalizado, interconectado y en constante búsqueda de novedades deba ser una prioridad de todas las marcas.

Tradición e innovación exterior

Entre toda esta amalgama de cambios y necesidades, sería obvio pensar que los consumidores se decantan por trasladar su confianza hacia las campañas generadas en medios digitales, donde una vez más, es digital el que se sitúa a la cabeza de la lista de medios con más penetración del mercado, según los últimos estudios.

Sin embargo, son las estrategias de paid media, y en concreto la publicidad exterior, los medios que se alzan con la mayor tasa de recuerdo y efectividad publicitaria entre los consumidores.

De aquí surge una pregunta obvia: ¿Por qué los medios tradicionales siguen manteniendo su alto posicionamiento en el mercado y la ansiada confianza de los compradores?

La respuesta viene dada por la forma en la que la publicidad exterior ha sabido aunar estos últimos años los conceptos innovación y tradición, dos aspectos que, aun pareciendo contrapuestos, no dejan de ser dos caras de la misma moneda.

De esta forma, la publicidad exterior ha ido incorporando de manera progresiva la tecnología más vanguardista a los espacios publicitarios tradicionales, ofreciendo formas de publicidad exterior mucho más innovadoras y renovando sus circuitos para dar paso a experiencias digitales (DOOH),  incluyendo además tecnología programática en sus pantallas (PDOOH) y permitiendo a las marcas optimizar campañas en tiempo real, mejorando los datos de medición del sector y la relevancia de los anuncios mostrados.

Igualmente, la introducción en puntos clave del mercado de pantallas 3D ultra realistas en localizaciones emblemáticas como Picadilly (Londres) o Parkson Plaza (China), o la creación de pantallas espectaculares como Sphere (Las Vegas), sugiere que estamos apenas vislumbrando el potencial de la publicidad exterior.

Desde Anima, entendemos como fundamental la necesidad de facilitar, de forma centralizada, la creación de campañas y estrategias internacionales de paid media a nivel internacional, extendiéndonos como parte integral del equipo de agencias que apuesten por la unión de la tecnología, la creatividad y la gestión de espacios publicitarios escogidos por expertos internacionales, como la mejor baza para maximizar el impacto de las campañas globales de sus clientes, en un sector en constante crecimiento donde la innovación, la tecnología, el manejo de datos y la adaptación internacional son cruciales.